128 Páginas
Encuadernación: Rústica
Edición: 2009
Editorial: Stadium
ISBN: 9789505312559
Temas Principales:
Marcelo Angriman, abogado, Profesor de Educación Física y Entrenador Deportivo, acomete, con la Editorial Stadium, la edición de una nueva obra, la cuarta.
Sucesivamente, él nos ha hablado en sus publicaciones de la legislación, la doctrina y la jurisprudencia, todas ellas al servicio de la Educación Física y el Deporte. Las mismas, con el tiempo, se han ido transformando en permanentes instrumentos de consulta de nuestros docentes.
Pero, además, Marcelo hace periodismo con los mismos fines: promover y difundir las actividades físicas y deportivas, pero ahora, ante la Sociedad toda, aprovechando el espacio que le brinda el diario “Río Negro”, de la misma provincia sureña. Y realmente ha hecho una gran tarea, instalando el tema deportivo, desde múltiples facetas que usualmente se omiten, al privilegiar el periodismo especializado otros enfoques o intereses.
Pero en cada crónica, más allá del tema central, siempre ha introducido comentarios constructivos que reflejan opinión, ya sea como abogado, como pedagogo o como entrenador.
Además de lo anterior, hay algo que creo, es importante destacar: “Columnas de Opinión sobre Actividad Física Escolar y Deportiva”, abre una ventana que permite ingresar en el ámbito escolar valiosa información que envía la comunidad sobre la forma en que la gente, niños, jóvenes y mayores, se involucran en las actividades físicas y deportivas, ya sea por intereses estéticos, formativos, de salud, recreativos o competitivos. En otras palabras, la realidad se introduce en las escuelas y los institutos de formación docente, aspirando a ser tenida en cuenta.
Marcelo Antonio Angriman nos ofrece un material muy valioso, mediante el cual transmite reflexiones que le sugieren múltiples actividades físico-deportivas que surgen espontáneamente de la existencia verdadera.
A los lectores les corresponderá reflexionar y sacar conclusiones, recordando que lo legal, es lícito, pero lo legítimo es duradero, porque responde a la esencia de la realidad.
